Tuesday, August 5, 2008

Si tio, las bañan en esa mierda...

Ahora que apenas he aterrizado aquí, todavía no se si este país es el país de las oportunidades, como siempre se dice; lo que sí es seguro es que es el país de las salsas. Todo lleva salsa. Como mínimo una, por supuesto, pero es mejor si  lleva dos (mi pato al volcan de hoy, por ejemplo, llevaba la salsilla de hacer el pato y un bol de grasa de motor al lado - si, la grasa de motor estaba bastante rica :D). Y por supuesto, tenemos siempre en la mesa cerca un convoy con salsas surtidas por si acaso el plato no es lo suficientemente contundente.

En cuanto a los aspectos meramente no culinarios (que aburridos), el fin de semana hubo ocasión social, ya que era el cumpleaños de Ben (el marido de Rocío, una compañera de la ofi). Para celebrarlo, nos invitó a una BBQ en un parquecito, fuimos toda una trouppe y nos pusimos hasta arriba de carne y cerveza. God Bless America! Fue curioso porque nos volvimos con más carne de la que nos llevamos a la barbacoa... El domingo mis compis de casa querían ir a Berkeley, así que nos pasamos por allí por la mañana; menudo campus se han marcado allá, hay tantas cosas de las que hablar que sólo voy a comentar que tienen una serie de aparcamientos reservados para premios Nobel. Sí, tienen tantos premios Nobel entre los profesores del campus que tienen reservado un puñado de plazas para aparcar (por cierto, que cabrones, nos pusieron una multa por pasarnos cuatro - sí, cuatro - minutos de la hora de aparcamiento para la que teníamos el ticket. 45$ de regalito). Después nos dimos una vuelta por allá y nos acercamos al Golden Gate, para hacer un poco de turistas. Muy espectacular, la verdad.

Este fin de semana había comprado unos carretes en blanco y negro, así que dentro de un tiempo (no se cuando) habra alguna foto que poner por aquí, para que os hagais una idea.

2 comments:

Unknown said...

Cuentan la leyenda de que los nobeles de Berkley, haitos de poder, enfundados en batas raidas y con las manos amarillas debido a sus experimentos en sus muy bien iluminados cubiculos, vigilan celosos sus plazas de parking desde las ventanas mas altas de los edificios mas nobles.
Por las noches se reunen en aquelarres de pajaritas dde colores para hacer cuentas: y es que, alejado de lo que piensa el ciudadano comun, no viven del sueldo de su trabajo, demasiado incomprensible como para ser remunerado, sino de las multas recaudadas a estudiantes imprudentes que se despistan, en el tiempo o en el espacio, y terminan dejando un rastro de 45 miguitas de dolar desde su cartera.
(Posdata: Tambien dicen que no conocen el Golden Gate ni cumplen años. Todo fue, probablemente, producto de una barbacoa mal aliñada.
Corolario: Al loro con las BBQ que las carga el diablo, y la proxima vez que te cruces con un abuelo con pajarita, vigila tu cartera)

Unknown said...

¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!!