GO STANFORD! Ayer fui a mi primer partido de football (vamos, de fútbol americano, pa entendernos). Nos cogimos el grupo de españoles y nos fuimos a ver al equipo universitario local (Stanford) contra el equipo universitario de aquí al lado (San José)... emocionante derby! La verdad es que me gustó mucho la experiencia, me veo volviendo al estadio de vez en cuando a ver algún que otro partido. Mucho espectáculo, los equipos van cada uno con su banda (que no hacen otra cosa que andar metiendo follón como locos), las animadoras (había poquitas y estaban lejos, pero iban ligeras de ropa y daban un friiiiiiiio que pelaba - el partido duró hasta las 9), y una miríada de jugadores. Aquí los banquillos no son como en el soccer (vamos, el fútbol de toda la vida pa entendernos) que está el entrenador y seis más; mis cuentas me daban entre setenta y ochenta jugadores por equipo. Repito, entre setenta (70) y ochenta (80) jugadores por equipo. Y éso sin contar con el cuerpo técnico...
En cuanto al deporte, la verdad es que sí que es entretenido, contra todo pronóstico. Menos mal que iba con nosotros un chico que sí se sabía las reglas y nos estuvo explicando de qué iba todo el rollo, porque si no habría sido una tarde bastante más aburrida. El ritmo de juego es diferente al del fútbol, aquí las jugadas duran muy poco tiempo; la acción es brutal y rápida, la jugada acaba en cinco, diez, quince segundos y el juego se para durante quince o veinte segundos hasta la sigueinte jugada. Emoción, pausa, emoción, pausa, emoción, pausa... así durante tres horas. Una cosa graciosa es que en el juego se hacen pausas para publicidad, cosa que no había visto yo nunca en ningún deporte (aunque seguro que aquí lo hacen mucho). Eso sí, los golpes que se dan son realmente duros, sobre todo en las patadas iniciales; como, por otra parte, no podía ser de otra manera: si lanzas en sentidos opuestos dos sacos de 150kg de carne uno contra otro, está claro que el resultado va a ser... espectacular, por decirlo de algún modo.
Otro detalle interesante: no había violencia de ningún tipo en la grada (las leches se quedaron en el campo), como era de esperar (aquí la gente es bastante tranquila). Incluso me di un paseíto por la grada de los hinchas de Stanford (que tienen como color el rojo) con una camiseta amarillo post-it (la camiseta de ligar que me regalaron, para los que sepan de que va el rollo; y que curioso que el amarillo es uno de los colores de San José State University) y no me pasó nada (alguno había que me miraba raro, pero nada más).
Y sí, ¡en las gradas venden comida!
Vamos, que en resumen, esta gente va a conseguir lo que no han conseguido en Europa en toda mi vida, que es que me aficione al deporte (veo un dedo gigante de gomaespuma en mi futuro... aunque ahora que lo pienso ayer no había ni uno, esos se usarán en otros deportes). La siguiente vez me pongo de rojo y me voy con los "ultras" (había un montón sin camiseta y con letras escritas en el cuerpo, por cierto. Brrrr que frío!).
En otro orden de cosas, he encargado por Internet una cámara compacta digital, así que en el futuro empezaré a bombardearos con fotos de por aquí. Stay tuned for more.
(Por cierto, ganó Stanford 23-10 con remontada apabullante)
1 comment:
Jeje, veo que te adaptas bien a las costumbres. Muy bien, así se hace. Ya te puedes ir quedando bien con las reglas para explicármelas luego.
Pásalo bien.
Un beso
PD: que pequeño es el mundo! :P
Post a Comment